Deponia comienza en un futuro donde el mundo es un basurero. Las casas se apilan sobre montones de escombros y entre sÃ. Los vecinos se visten con un montón de ropa inspirada en el steampunk, bufandas y gabardinas. El agua es lodo contaminado. Y tú haces el papel de idiota revolcándote en el desorden.
El escenario de «Deponia» es uno de mis favoritos en videojuegos de ficción. Es como una mezcla entre el apartado gráfico y escenarios de Pajama Sam y Borderlands.
El estilo artÃstico está muy pulido y está lleno de detalles intrigantes que se sienten como una novela gráfica tratada con máximo mimo. Incluso en una aventura point and clic como esta siempre hay algo que llama la atención mientras exploras, además cada cambio entre escenas se siente casi sin costuras.
El juego lleva al jugador a través de un pequeño mapa de puzles e interacciones de personajes que construyen la historia de la ciudad de Deponia, un barrio de personajes sarcásticos y desconcertados que no soportan al protagonista, Rufus.
Rufus es un desastre. Ha pasado la mayor parte de su vida adulta haciendo todo mal, con el menor esfuerzo que puede hacer. Cuando la historia comienza, está haciendo las maletas para escapar de Deponia a un lugar llamado Elysium. Sólo por el nombre y el deseo, está claro que hay algo que le atrae allÃ, como la idea de una sociedad utópica más allá de la basura en la que vive ahora.
Cuando nos encontramos con Rufus, está construyendo una cápsula de escape para salir de la ciudad. Asà comienza el primer capÃtulo de la historia de Rufus.
Es interesante interpretar a un idiota y no a un heroico personaje principal por una vez. Esta dinámica juega con la cantidad de creatividad que necesitaba para atravesar parte de la historia. Los rompecabezas eran bastante sencillos y esperados para este tipo de juego, pero estarÃa mintiendo si no admitiera que tuve que buscar en una guia para un par de ellos.
«Deponia» le da al jugador mucha libertad creativa en cómo resolver los puzles y qué hacer con los objetos recogidos. Una vez que pensaba como Rufus, tenÃa una mejor idea de lo que querÃa que hiciera, pero aún habÃa algunos momentos que no eran completamente obvios para mÃ.
Aparte de enviarme a una espiral de «¿Soy más tonto que Rufus?» cada vez que luchaba con un rompecabezas, una vez que resolvÃa la respuesta, valÃa la pena.
Si puedo advertir a alguien, le recomendarÃa que guardara después de cada rompecabezas que resuelva para evitar problemas en la historia por haber hecho algo al revés.
Perdà la oportunidad de usar una pistola de dardos con Toni (combinando el embudo, el dardo y el tranquilizante), y como elegà no hacer esta secuencia, Rufus actuó como si no supiera cómo usar el embudo después. Esto puede ser un error, o quizás Dédalo de Entretenimiento no esperaba que jugara el juego en la secuencia de eventos que tenÃa. De cualquier manera, la pistola de dardos no era una combinación obvia de esos tres objetos para mÃ, pero después de buscarlo todo se unió.
Casi todo en este juego me dejó riendo y diciendo: «Por supuesto que Rufus harÃa eso. Por supuesto.» Y ese es su encanto. Sus vecinos querrán que se vaya, pero se nota que aún no lo han echado de la ciudad porque es una fuente de entretenimiento ridÃculo. Incluso si es a su costa.
El mundo de Deponia es sin duda una de las mejores experiencias narrativas que podemos tener en una aventura gráfica. Y además ahora en Nintendo switch donde podemos llevarla a cualquier parte con un trabajo tan soberbio.
Esteban –
Para mà la mejor compra que he hecho en mucho tiempo. Me he reÃdo como un niño, la narrativa es muy buena y el juego en sà tremendamente bonito.